CRECIENDO CON LOS CULTIVOS ANUALES

Así como el clima y los recursos naturales son determinantes para los agronegocios, los avances tecnológicos de la maquinaria e implementos agrícolas son también un gran aliado para rentabilizar la producción de los llamados cultivos industriales, vale decir, aquellos a los cuales se puede agregar valor a través de líneas de proceso que contribuyen a fortalecer todos los eslabones de la cadena productiva.


Bajo esta premisa el productor agrícola Rodrigo Schnettler Sabugo orienta su quehacer productivo en el fundo Formio, en la comuna de Máfil, allá en la región de Los Ríos, un predio con una rica historia y que naciera en 1937 a partir de la fusión de los fundos Chihuao y Putabla gracias al surgimiento de la Sociedad Agrícola e Industrial Formio Chileno S.A., la cual innovó con el cultivo del Phormium tenax, una planta herbácea de hoja perenne –más conocida como Ñocha– que por su alta resistencia y durabilidad se empleara para la elaboración de diferentes productos de alta demanda en los campos de aquella época, entre ellos la pita enfardadora y atadora.


Y aunque hoy día, casi cien años después, ese auge industrial es solo historia y la ñocha terminó relegada para uso artesanal, ornamental o como cerco vivo, el Fundo Formio continúa incesante su labor productiva pero ahora en manos de la Agrícola Santa Eliana, iniciada hace 30 años por Mario Schnettler y continuada hoy por su hijo Rodrigo, estableciendo cada temporada diferentes cultivos anuales como trigo, raps, avena, cebada, maíz y papa.


“Privilegiamos una relación con la industria a través de una agricultura de contrato, tanto con Molino Kunstmann, Empresas Gorbea, Maltexco y Curimapu (semillero de canola). En tanto, la producción de maíz y papas la comercializamos en un mercado más informal. Producimos papas de variedades rojas para el mercado spot, principalmente para la zona del Norte Grande, aunque nos gustaría trabajar para la industria. Para aprovechar los terrenos más húmedos, que por lo general se inundan en invierno, optamos por un cultivo de verano como el maíz pero que establecemos siempre y cuando tengamos acuerdo con algún productor lechero”, cuenta Rodrigo, ingeniero agrónomo titulado de la UACh.


LAS PAPAS


Hace tres años este agricultor retomó el cultivo papa pero estableciendo no más de 50 hectáreas por temporada. Si bien gran parte de las labores las externaliza en la actualidad, el desafío en el corto plazo apunta a incrementar la superficie y mecanizar otras etapas del cultivo como la plantación y la cosecha.


“Hasta el momento estamos semi mecanizados, lo que no deja de ser complejo porque además de estar escasa la mano de obra, ésta representa gran parte de los costos de producción asociados al cultivo. A esto se suma también algunas inversiones para aumentar nuestra capacidad de almacenaje y con la tecnología necesaria para poder guardar la producción a la espera de mejores precios del mercado”, comenta Schnettler.


No obstante esto, el productor dice conocer a la perfección el cultivo, recordando que hace una década atrás le “puso fuerte” al cultivo pero con pésimos resultados. “Recuerdo que partimos con 8 hectáreas y al año siguiente nos pegamos el salto a 80. Al poco tiempo ya estábamos en las 100 y así estuvimos dos años pero nos tocó una época de muy bajo precio y con harta oferta que hizo caer la demanda. Como se dice, quedamos a morir saltando”, recuerda.


Actualmente, agrega, el negocio de las papas pasa necesariamente por aumentar los rendimientos. “Hoy día muchos han salido del rubro, lo que se refleja en una fuerte disminución de la superficie plantada pero los volúmenes siguen siendo históricos temporada tras temporada. Esto refleja también la mayor tecnificación que ha ido adquiriendo el cultivo, tanto en su establecimiento, manejo y cosecha”, dice.


DERCOMAQ


En su estrategia productiva, trabajar con la agroindustria ha sido clave para rentabilizar los cultivos anuales y, a su vez, incrementar la paleta de rubros para diversificar lo más posible la producción. No obstante, contar con proveedores serios y confiables ha sido garantía también para ir cumpliendo a cabalidad con cada uno de los contratos.


Y es por ello que destaca la relación que ha establecido con DERCOMAQ, una empresa con una vasta trayectoria en el ámbito de las soluciones tecnológicas que demanda los agricultores, brindando no sólo equipos e implementos de última generación, sino también con el respaldo y asistencia técnica que esos equipos requieren para su normal y continuo desempeño.


“En mi caso estoy con bastante maquinaria de DERCOMAQ, especialmente tractores de la marca Massey Ferguson para las labores de preparación de suelo, y carros fumigadores JACTO para manejo de los cultivos. Ambos equipos funcionan bastante bien aunque en ocasiones uno les tiene un poco de susto porque al ser tan sofisticados y con alta tecnología que los hacen muy dependientes del servicio técnico. Sin embargo, cuando éste es bueno uno se atreve con una determinada marca”, destaca.


Sobre las características de los tractores de la afamada marca francesa señala “tenemos tres equipos: un 5460 de 125 hp, otro 7618 de 175 hp y un 7724 de 235 hp para las labores más pesadas como subsolado o incorporación de rastrojos. Me gustan harto estos tractores porque andan bien, son muy cómodos y muy eficientes en el consumo de petróleo. Creo que esto último hoy día no es un tema menor, ya que la eficiencia es un aspecto que los agricultores debemos valorar bastante y creo que es algo que caracteriza a estos tractores franceses”.


Y respecto a los fumigadores JACTO comenta “tengo un carro de la línea Advance que tiene una capacidad de 3 mil litros y que gracias a su ancho de trabajo de 24 metros me permite cubrir más superficie en menor tiempo”. Asimismo destaca “tienen banderillero satelital para aplicar los productos de la manera más eficiente y evitando los traslapes gracias a que tiene incorporado un sistema de corte por sección, lo que es muy importante considerando el actual nivel de precios de los insumos”.


Estar atentos a todas las variables que intervienen en el éxito de la producción agrícola nacional resulta indispensable cuando hoy día se habla de seguridad alimentaria. Pero trabajar de manera sustentable y accediendo a las soluciones e innovaciones que ofrece la tecnología contribuirá además a maximizar los resultados de la producción agrícola.